Puedo estar mal, dar pena y no tener suerte.
Puedo estar bien, transmitir alegría y tener alguien como a mi suerte.
Pero quien dijo "querer es poder" estaba equivocado; yo (y todos supongo) querría estar siempre genial y radiante, orgulloso. Y todo lo contrario, ya será por la deidad sobrehumana, los extraterrestres o el destino que nos controla, yo sufro bajones y decepciones, me levanto y me acuesto viéndome la misma cara común... De persona mediocre.
Y por el momento, nada de lo que he hecho o he tenido me hace estar orgulloso. He fracasado en todo hasta ahora, desde lo más normal hasta lo más diferente y por eso, ya ni tengo retos ni marco metas.
Dejaré, que el tiempo pase y actúe. Que el rumbo cambie, si no es así no habrá sido por mi única intención, simplemente, destaca por algo, para alguien.
