Antes pedía la oportunidad, dos besos, dos noches, dos viajes, dos, tú y yo; Ahora simplemente espero, algún día será, me cruzaré con ella en mitad de esta u otra ciudad, tendré la oportunidad de conocerla hasta lo más profundo, saber donde acaban sus ambiciones, hasta donde llegan sus deseos y donde quiere pasar el resto de su vida junto a mi...
Hasta entonces seguiré cometiendo errores, o me seguirán tomando como error. No os imagináis lo que hay entre tanto desacierto, más allá de la distracción, hay pasión, ganas, locura.... Todo es atemporal, no se cuentan las horas juntos, para desconocer las horas que faltan para separarnos.