Eres más compleja que el tiempo: sin querer le puedes parar, si quieres le puedes acelerar pero lo que realmente te hace especial es la capacidad de volver insignificante algo como la dimensión temporal, fundamental en nuestra vida y nuestros ciclos.
Que nadie me pida un momento en concreto sobre ti o contigo. Tú eres los millones de segundos que me paso pensándote con ganas, los años que nos quedan juntos, los días felices y los días sin ti...