Te dan la patada y estás fuera, da igual quién o cómo, te das de frente con el mundo real. Con todos sus obstáculos, sus retos y sus injusticias.
Cuando llegas, eres como un recién nacido buscando el equilibrio en los brazos de sus padres. Claro que, aquí tus padres no podrán ayudarte ya que sería una sobreprotección innecesaria y perjudicial. Te tocará buscar el nuevo apoyo en otras cosas, para mi suerte, mi nuevo pilar serán tus manos.
Quizá, y ahora para mi desgracia, no estés según llegue pero sé que estarás. Y que nos dará igual que el obstáculo sean cientos de kilometros si mi reto es pelear por ti y el tuyo por mí y las situaciones injustas derivarán en otras en las que me levantaré al lado de esa sonrisa que a día de hoy sólo puedo imaginar.
-Nacemos para alguien, cometiendo errores mientras nos preparamos el uno para el otro