Te puedo arropar con palabras, adjetivos que jamás utilizaron junto la partícula: ojo, labio, mirada, sonrisa, tú.
Aún así, se que no es suficiente, por lo que te mereces, nos merecemos. Unas frases que queden para el recuerdo no te valen, tú deseas hechos para el presente; no te permites ser parte de una historia, debes ser la historia.
Y que por hechos no sea, que por sucesos no me pierda esto; debajo de cada uno de estos caracteres hay una promesa.
Te miraré como nunca pudiste imaginar, y te sonreiré incluso cuando casi todo lo que me rodee sea indecente, oscuro y perjudicial; casi pero no en su totalidad, por tus ojos que son noche, por tus labios que son oasis.
Al descuidarme, inocentemente, ahora... Todo es por ti.